martes, 31 de enero de 2012

Capítulo 15

Llegamos al lugar. Estaba el garaje abierto, había cuatro chicos. Iban todos vestidos igual y como mi intuición femenina nunca fallaba mi conjunto quedaba genial entre ellos. Todos se giraron y nos sonrieron. Parecían unos chicos muy simpáticos. Me dejaron entrar, me senté en una silla que me trajo uno del grupo, este era no muy alto, rubio ojos azules pero no creo que le gustara mucho tener esas cualidades. El batería era bastante alto, un poco más que yo. Su pelo era rojo, pero no natural y sus ojos eran grises. Me llamaron la atención. El otro que estaba con una libreta en la mano buscando alguna pagina, era como Alex de estatura, su pelo era negro, completamente negro. Y sus ojos eran igual que el pelo. Pero aún así todos ellos me transmitían buen rollo. Sentía que eran como yo. Siempre había sabido que yo en el mundo en el que estaba sobraba. Pero aquí me sentía cómoda. El chico de la libreta se la pasó a Alex señalándole una de las páginas para que la tocara. Los demás se pusieron en sus respectivos sitios. El que me trajo la silla se puso al bajo y el de la libreta al micrófono. Y comenzaron a tocar.  Era impresionante. Todos tocaban tan bien. Parecía que se conocieran de toda la vida. Y la canción… ¡me encantó! Cuándo acabaron los aplaudí, se me quedaron mirando y les dije:
-          ¡Sois impresionantes!
Todos nos reímos. Siguieron toda la tarde tocando y yo pasándomelo genial. Hasta que a Alex no se le ocurrió nada más que proponer que cantara. Yo no quería, me daba mucha vergüenza… pero me sacaron a la fuerza. Alex habló con los componentes del grupo para decirles alguna cosa. Y empezaron a tocar una de Evanescence . Sin pensármelo dos veces me puse a cantar. Les encantó. Y el cantante del grupo dijo:
-          Cuando necesitemos a una voz femenina no dudes en que serás tú.- Y me guiñó el ojo.
Yo me puse súper roja, nunca me había pasado eso, y en realidad si que me gustaría cantar. Alex, por sorpresa, me cogió por detrás, me giró hacia él y me besó. Diciéndome que era increíble. Y volvieron a aplaudir. Finalmente me reí. Me sentía en mi sitio, con ellos. 

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