martes, 31 de enero de 2012

Capítulo 14

Me desperté a la una y media de la mañana. Me asomé a la ventana y vi que hacia un día genial. Hice unos cuantos estiramientos, me fui a duchar, me cambié y me puse esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=43026020&.locale=es
Finalmente, bajé a comer. Tenía mucha hambre llevaba como doce horas sin comer. Casandra había hecho raviolis, me encantaban. Cuando bajé estaban todos esperándome y a la vez me dijeron:
-          ¡Dormilona!
Nos reímos. La mesa ya estaba preparada y empezamos a comer. Estaba todo muy rico. Como siempre. Al acabar, Alex me hizo un gesto para que le siguiera, me puse a recoger la mesa y le seguí hasta su habitación. Estaba sentado en el escritorio, escribiendo algo. Me acerqué hasta él y le devolví el beso en la mejilla que me dio por la noche. El se giró y me hizo sentarme en su regazo y me besó. Estuvimos un rato así hasta que se levantó, yo me quedé sentada en la silla. Él cogió su guitarra, que hasta ahora no sabía que tenía, y se puso a tocar. Me encantaba como lo hacía, y la melodía era preciosa. Busqué en el escritorio la partitura que pensaba que estaba escribiendo antes y la encontré. Tenía la letra empezada y yo me puse a cantar. ¡Vaya dúo! Hubieran pensado algunos al vernos. Cuando acabó me dijo que tenía una voz perfecta para cantar yo me sonrojé, no sabía que decir. Me comentó que quería entrar en algún grupo y que encontró uno. La prueba seria mañana por la tarde y me preguntó que si le acompañaría. Yo asentí, pues claro que iría a verle.
Llegó el día más esperado para Alex. Él quería encontrar una banda, aún así decía que seguramente no le cogerían, yo le decía que si. Después de comer me fui a mi habitación a cambiarme, la verdad no sabía que ponerme. No sabía qué tipo de grupo seria, ni si podría entrar con él… exactamente no sabía nada. Al final opté por esto: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=43037452&.locale=es
Como a él y a mí nos gustaba la misma música, pues el grupo en el que estaría seria de nuestro tipo de música ¿no? Al menos eso esperaba. Fuimos andando hasta otro barrio no muí lejos del mío.  A Alex le encantaba como iba vestida y a cada dos pasos me lo decía. Yo le metía codazos y los dos nos reíamos.

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