miércoles, 29 de febrero de 2012

9

Llegó la hora de conocer a la banda. Cogí el metro para llegar al lugar. En la puerta había un chico con la guitarra. Era alto y delgado, con pelo pincho, completamente negro. Pensé que sería el guitarrista y le saludé:
-          Hola.
-          ¡Hola! ¿Vienes a lo del grupo?
-          Sí, soy la cantante.
-          Demuéstramelo.
-          Ya lo haré dentro de un rato.
-          Me caes bien.
-          Tu a mi también.
Me había causado buena impresión, esta vez había podido ver sus ojos de color marrón oscuro. Poco después llegó una chica, con el pelo… espera, yo la conocía, era Amaia.
-          ¡Hola chicos!- dijo con voz de niña buena- ¿Sois del grupo?
-          Si-dijimos al unísono.
Seguidamente llegó el último componente del grupo. Este era como el otro, alto, delgado, pelo castaño y ojos casi negros. Este no dijo nada, simplemente hubo cruce de miradas. Amaia empezó la conversación.
-          Me llamo Amaia, encantada.
-          Oscar-dijo el guitarrista.
-          Yo soy Mario.
-          Finalmente, yo  me llamo Julia.
Ale, ya nos conocimos. Amaia entabló conversación de nuevo y todos empezamos a congeniar, éramos como un puzle. De muchas piezas que había, cuatro encajaban perfectamente. Cada uno con sus diferencias, pero iguales. Decidimos empezar a tocar. Y como había dicho antes, todo fue rodado, como si ya nos conociéramos. Al acabar la canción, nuestra primera canción, Iván apareció por la puerta, aplaudiendo.
-          Sabía que encajaríais.
-          ¡Gracias a mí!- intervino Amaia.
-          Si, gracias a ti.
Los dos se rieron y se saludaron con un abrazo. ¿Lo que sentía eran celos? Mejor que no lo fueran.
-          Pues nada chicos, veo que lo habéis echo todo vosotros solos. Simplemente deciros que yo seré vuestro representante, vuestras actuaciones estarán bajo mi permiso, espero que confiéis en mí.
-          Mientras nos des actuaciones.- dijo Mario, con un tono un poco borde.
Iván no contestó. Estuvimos hablando de futuras canciones, Iván también participaba, sabía bastante sobre música, sería un buen representante. Acabamos el encuentro y cada uno se fue para su casa con nuestros teléfonos. 

martes, 28 de febrero de 2012

Hola Felices!! (:

Como os va todo? Espero que bien ;) me gustaria hacer una cosa... que me pusieras anectodas que os han pasado, por ejemplo, yo en Educacion Fisica, tengo un amigo invisible, que hace que me caiga sin haver echo nada, todos mis compañeros se rien de mi, y yo con ellos, ahora tengo mi amigo invisible que se llama Patu ^^ pues ahora ya sabeis algo más de mi, ahora, os gustaria compartir algo conmigo? :D Si quereis podeis contestar en comentario o en mi correo: liveinlaugh13@hotmail.es! 
PD: Si parece que estoy loca, pero yo creo que a esto se le llama, vivir la vida :P

lunes, 27 de febrero de 2012

Capítulo 8

Ese día me sonó el despertador. Tenía que llamar a mi hermana, y como iba a un campamento, debía hacerlo pronto.
-          ¿Marta Stinson?
-          Ahora se pondrá.-era una voz dulce, me alegré.- ¿Quien es?
-          ¡Tata!-parecía una niña pequeña- ¿Cómo va todo?
-          ¡Fantástico!-ella seguía siéndolo- Felicidades.
-          Muchas gracias peque.
-          Me tengo que ir, que tengo piscina-me la imaginé con una de sus sonrisas de oreja a oreja.
-          No pasa nada, te llamaré otro día vale?
-          ¡Sí!-y colgó.
Me entró nostalgia. Pensar que a partir de ahora no la vería cada día, no me daría sus Súper Megas Abrazos, y sobretodo pensar que crecerá sola, bueno, sola no, con Abril. Casi me pongo a llorar cuando llaman a la puerta. “Entra” dije.
-          ¡Felicidades!-Clary llevaba una madalena de esas de colores con una vela en medio.- Es que solo para dos personas un pastel era demasiado.
-          No pasa nada. Pensaba que no te acordarías.
-          ¿Cómo no me iba a acordar del cumpleaños de mi amiga, compañera de piso? Tonta.
-          ¡Oye!
Las dos nos reímos y nos comimos la madalena. Estaba buenísima. Cuando Clary salió de la habitación y móvil sonó. “Número desconocido” “tal vez será Iván” lo cogí sin pensar en nada más.
-          ¿Sí?
-          ¿Julia? ¿Eres tú?
-          Si.
-          Soy Iván-me lo imaginaba por la voz- Llamo para decirte que si esta tarde puedes quedar para empezar con el grupo.
-          Esta tarde, si.
-          Muy bien! Pues quedamos en las Galerías, las que están al lado de el Corte Inglés.
-          Vale.
-          Por cierto, felicidades.-me sorprendí, otro que se había acordado, se me subieron los colores.
-          Gr, Gracias.
Colgamos a la vez. Clary entró por la puerta preguntando si era Iván. Le afirme con la cabeza. Ella me puso una sonrisa coqueta y me empezó a hacer cosquillas. No entendí porqué lo hacía. Pero me daba igual. 

viernes, 24 de febrero de 2012

Capítulo 7

Llegamos a la fiesta, finalmente pagamos a medias, después de haber discutido por ello.
Era a las afueras de la ciudad, en un adosado precioso, no muy grande, pero el jardín si lo era. Había gente, pero no la que me había imaginado. Clary me presento a su “conocida”. Se llamaba Amaia. Era rubia, ojos verdes, guapísima. Era de esas personas que no tenía problema alguno, o eso parecía. Era muy simpática, me cayó bien. Me ofreció una copa. La acepté. Mientras Clary hablaba con más “conocidos” yo observé a la gente de la fiesta. Había un poco de todo. Chicos guapos que iban detrás de tías guapísimas, chicas que hablaban con ellos simplemente por diversión y luego estaban las parejitas. También vi a un chico que me miraba, rápidamente aparté la mirada, cosa que creo que él no hizo.
Empezó a sonar una canción que me encantaba y empecé a tararearla. Clary de dirigió hacia mí y me arrastró al medio del jardín. Todo el mundo me miraba, incluso el chico de antes. Normal, lo hacía antes, no lo iba a hacer ahora.
-          ¡Canta!-grito ella.
Flojito le dije que no. Pero entonces empezaron todos “Canta, canta, canta”. Decidí cerrar los ojos y dejarme llevar por la música. Cuando acabé, abrí los ojos, todo el mundo me estaba aplaudiendo. Cuando la gente se fue dispersando a hacer lo que estaban haciendo, el chico que me miraba todo el rato se acercó a mí.
-          Desde que te vi, sabía que tenías algo.
-          ¿A si?-ironía- pues yo no puedo decir lo mismo.
-          Iván-me ofreció la mano- encantado.
-          Se la cogí- Julia, lo mismo digo.
-          Sabes, estoy estudiando para ser representante de grupos y este verano tengo que conseguir formar uno, tengo la batería, que me costó lo mío, la guitarra y el bajo. ¿Te gustaría ser la voz?- que si me gustaría? ¡Era la oportunidad de mi vida!
-          ¡Claro! Pero... ¿tú qué edad tienes?
-          Veintiuno.- me sorprendí.
-          ¿Y los componentes?
-          La misma que tu. ¿Dieciocho no?
-          Mañana los cumplo.
-          Pues felicidades si no te veo. Pues, me das tu teléfono y te llamo para quedar con el grupo.
-          De acuerdo.
Clary lo estaba viendo todo. Cuando acabé de darle mi número me acerqué a ella. Me abrazó. Yo estaba súper contenta. Nunca me imaginé que sería tan rápido eso de encontrar un grupo. Aunque no los conocía, me daba igual. Ese tal Iván me había causado buena impresión, así que seguro que mi grupo sería bueno, no buenísimo. Le pedí a Clary que nos fuéramos. Ella aceptó. Nos despedimos de Amaia, diciéndonos que ya volveríamos a quedar y nos fuimos para casa. 

Capítulo 6

Eran las once de la mañana, la luz del sol entraba por mi ventana obligándome a levantarme. Por primera vez, solo levantarme, me miré en el espejo. Vi a una chica nueva, a una que cumpliría todos sus propósitos y que sobretodo, cambiaria su vida. Observé mi pijama de Mickey Mouse. “Pues no estoy tan mal” pensé, no sé cómo me salió, pero lo dije. Fui a mi armario y me puse una de mis nuevas prendas que compre ayer por la noche, exactamente esta: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44194562&.locale=es
Me volví al tocador, allí había dejado el maquillaje que tenia. Me hice la raya, me puse rímel, me pinte los labios y me puse colorete. Era la primera vez que mi cara se veía con semejantes complementos. Me sentía bien.
Salí de la habitación y me encontré a Clary en el sofá, desayunando viendo la televisión. Me miró y me dijo:
-          Buenos días. Tienes el desayuno en la cocina.
-          Gracias.
No sabía de donde había sacado la comida, pero tenia hambre así que no pregunte. Eran tostadas con Nutella y un vaso de leche. Lo cogí y me fui a sentar con ella.
-          ¿Cómo has dormido?-le pregunté.
-          ¡Muy bien! ¿Tu?
-          Igual- le sonreí.
-          Te noto diferente.
-          ¿Sí? ¿Mucho?- me alarme.
-          ¡No! Te queda muy bien.- me guiñó el ojo.
Con una sonrisa le agradecí el comentario.
-          Esta mañana cuando he salido a comprar, me he encontrado con una conocida y me ha invitado a una fiesta.
-          ¿Tienes conocidos aquí?
-          Conozco a gente en todas partes-se rió-la cuestión es que vamos a ir a esa fiesta.
-          Pero yo no estoy invitada.
-          Te invito yo-me sacó la lengua- además una más una menos no se nota- y se rió.
Se puso a mirar la tele, dio por acabada la conversación, así que si o si tenía que ir a esa fiesta. Sí, me sentía una chica nueva, pero no me veía capaz de encajar en una fiesta, y menos si no conocía a nadie. Acabamos de desayunar, yo me ofrecí a lavar los platos ya que ella había salido a comprar. Mientras fregaba ella se dirigía a su habitación, pero antes de entrar se giró y me dijo:
-          ¿Tienes vestido?- me quedé pensando.
-          Em... Si.
-          Déjamelo ver.
La verdad es que no tenia ninguno, se lo dije, me miro con cara de “Ya lo sabía”.
-          Ven que te dejare uno.
Acabé de limpiar los platos y me fui a su habitación. La había decorado con poster, cuadros, dibujos suyos... Al contrario que yo, que no tenía nada. Abrió el armario que estaba lleno de ropa alegre, de colores claros. Blusas, camisetas, faldas era lo que más destacaba, pero sobretodo sus vestidos. Me los mostró todos, elegí uno y ella me dio el visto bueno. Tampoco tenía zapatos, así que me tuvo que dejar unos de los suyos, eran una talla más, pero no se notaba. Este sería mi conjunto: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44195339&.locale=es
Me obligo a ponérmelo y a hacer como si fuera una modelo. Acabé riéndome a carcajadas de las tonterías que me hacia hacer. Finalmente me recogió el pelo con un medio moño.
-          Esta espectacular-dijo sorprendida.
No tenía palabras. Me veía cambiada, y me gustaba. Ella también se cambio, su vestido era de color pomelo, con unos zapatos a juego. Nos pusimos a hacer fotos tontas, como si fuéramos amigas de toda la vida, aunque mi sensación era esa. Llegó la hora de la fiesta. Como ya había dicho, me maquilló. Ella no se hizo nada en el pelo, se lo dejo rizado.
-          Y como iremos a esa fiesta?- le pregunté.
-          En taxi. Pago yo.
-          ¡De eso nada! Vamos a medias.- se rio.
-          Vaalee.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Capítulo 5

Se rió y a continuación me contestó:
-          Antes era morena. No me gustaba ser como todo el mundo y decidí teñirme de un color que no mucha gente usa.
-          Tienes razón, yo como ya soy diferente.
-          ¿Tu color de pelo es natural?
-          Si.
-          ¿Enserio? ¡Como mola!-se rió- ¿y tus ojos?
-          También son míos.
-          ¡Flipa! Eres alucinante.- se volvió a reír.
Después de que todas nuestras curiosidades quedaran resueltas nos fuimos a poner en orden nuestras cosas.
Al acabar, cogí mi guitarra y empecé a cantar una de las canciones que había compuesto. Me había quedado bastante bien y seria una de las que presentaría en la Uni. Sin darme cuenta, Clara entró en mi habitación y se sentó a escucharme. Cuando acabé me dijo:
-          Eres fantástica lo haces súper bien!- y aplaudió.
-          Gracias Clara.
-          Llámame Clary, no es tan común.- dijo con una sonrisa en la cara. Yo asentí con la cabeza.- ¿Tienes más? Me encantaría escucharlas.
Empecé de nuevo a tocar con la guitarra y a cantar todas mis canciones, Clary me escuchaba atentamente y cuando acababa me aplaudía. Al acabar me dijo:
-          Yo seré tu fan numero 1.
Sonreí. Me lo pasaba muy bien con ella. Era… diferente, como diría ella.Clary, era de las pocas personas que me entendían, que no me juzgaban…y  éramos muy parecidas en según qué cosas.  Me dijo que a ella le gustaría ser actriz y que también estudiaría en la misma universidad que yo. “esto no es casualidad, esto es el destino” me dije. Decidimos ir a comer a un restaurante e ir a dar una vuelta.
Acabamos yendo de compras, estábamos cansadas de caminar arriba y abajo, aunque nos lo pasábamos muy bien. Decidimos ir a un Starbucks a descansar. Le expliqué que quería formar un grupo, no me veía con una carrera en solitario, me sentiría más cómoda en un grupo. Clary me prometió que ella me ayudaría a encontrarlo. Nos fuimos a casa. Pero no nos dimos cuenta de que todavía no habíamos comprado la comida.
-          Estamos echas un desastre.- dije poniéndome la mano en la cabeza.
-          Tranquila. Todo tiene solución. Nos vamos de fiesta.
-          No sé yo…- me puso cara de perrito faldero.- es el primer día y estoy cansada, además no tengo hambre.
-          Vale… pero mañana salimos eh?
-          Que siii.
Nos fuimos cada una a su habitación y como estaba cansada me dormí en segundos.

:)

Hola gente! pues nada que en este ultimo capitulo sale una cancion de Bruno Mars, es uno de mis cantantes favoritos y pues qeria poner una de sus canciones. Os esta gustando la historia? os explicaré que ayer, me vino la inspiración y me puse a escribir la continuación... esta muy bien! a mi me gusta.
A alguien más le gusta bruno mars?
Que cantante o grupo es vuestro favorito?
aaah! por cierto, este blog http://petiteshistoriesdunanoia.blogspot.com/ esta muy bien! sus capitulos son un poco largos... pero la historia es fantastica! pues eso, ahora cuelgo otro capitulo! :)

Capítulo 4

Era media hora de viaje, así que me puse a escuchar música y a desconectar. A mi lado se sentó una chica de pelo rosa, ojos de color azul gracias a las lentillas y ropa estridente. Decidí no decirle nada, pero ella no pensó lo mismo:
-          ¿Qué escuchas?-me quité uno de los cascos y contesté-
-          Bruno Mars.
-          ¿Qué canción?
-          Runaway.
-          ¡Me encanta!
-          ¿En serio?
Así empezó nuestra conversación. Teníamos muchas cosas en común. En poco tiempo sabía más cosas de ella que de cualquier otra persona. Me hacía sonreír. Era muy extrovertida y amable. Las dos íbamos a Barcelona. Al llegar a la estación nos dimos los teléfonos y nos prometimos de volver a quedar.
Salí de la estación de tren. Me quedé alucinando. Había venido muchas veces y la conocía muy bien, pero pensar en que a partir de ahora sería mi ciudad, donde yo viviría y estudiaría, me hacía verla de una manera diferente. Cogí un taxi para ir a mi apartamento. Estaba en el centro así que los diez minutos de viaje no me los quitaba nadie.
El taxi paró delante de un edificio bastante alto. Le pagué y me quedé mirándolo atentamente. Lo había visto en fotos, pero así me impresionaba más. Mi piso era el quinto, de diez que tenia. Por suerte tenía ascensor. Llegué a la puerta, la abrí con Mis llaves. Ahora si que podía decir que eran mías. Me llevé las manos a la cara y casi me pongo a llorar, era maravilloso. El salón era enorme y estaba conectado con la cocina. Tenía dos habitaciones, también enormes con un baño cada una. Luego había unas escaleras que subían a un altillo, pequeño pero muy “mono”.
Delante de una de las habitaciones había una maleta, seguramente de mi compañera. Me fui a la mía. Tenía una ventana como esas americanas, en las que te puedes sentar. La cama era de esas de matrimonio. Mejor para mí. También tenía un tocador. No lo utilizaría mucho, pero estaba allí. El armario era muy espacioso y el baño, era también muy grande.
Había tenido suerte de encontrar ese piso. Y aunque parezca mentira, era muy barato para ser como era. Empecé a instalarme cuando llamaron a la puerta del piso. Fui a abrir y me encontré a la chica del pelo rosa. Las dos nos quedamos flipando. “¡Eres tú!” dijimos las dos a la vez y nos empezamos a reír. Después de todo, no era tan malo compartir piso, si era con ella. Esto era el principio de mi nueva vida.
Ahora que la podía ver mejor vi que era igual de alta que yo, tal vez un poco más. Nuestro cuerpo era muy parecido. “Qué casualidad “pensé. No llevaba las lentillas, así que sus ojos eran de color marrón oscuro que destacaban con el color de pelo. Tenía un tatuaje en el hombro, era un tipo de mariposa. Sentí curiosidad así que le pregunté:
-          ¿Por qué te hiciste esa mariposa?
-          A los dieciocho años me la hice, para representar mi libertad.
-          ¿Cuántos años tienes?
-          Dieciocho. –me dijo sonriendo.
-          Yo los aré pasado mañana.
-          ¿Enserio? ¡Fiesta!
Empecé a reírme. Se me quedó mirando, sin saber el motivo de por qué me reía.
-          Lo siento. Es que no sé cómo puedes pensar en fiesta si no conocemos a nadie.
-          Todavía faltan dos días, y pueden pasar muchas cosas.- me guiñó el ojo.
-          Vale. ¿Puedo preguntarte otra cosa?
-          Claro, dime.
-          ¿A qué viene el color de pelo?

martes, 21 de febrero de 2012

Capítulo 3

La música estaba a todo volumen. Carlos se fue a buscar las bebidas y yo me quedé allí, en medio de la entrada, sin saber qué hacer. Observaba a la gente que estaba bailando. Me daban pena. Las chicas se “restregaban” en los chicos y estos con cara de “salidos” porque una tía estaba bailando con ellos. Mientras pensaba en esto, Carlos se acercó a mí y me ofreció una de las bebidas que llevaba. Nos quedamos los dos mirando la pista de baile, y seguramente que pensábamos lo mismo. Decidimos ir a una mesa a hablar. Esta vez no sabíamos el tema de nuestra conversación y nos quedamos mirando. Estuvimos un rato callados, hasta que miré el reloj y vi la hora que era:
-          Me tengo que ir. Mañana madrugo.
-          Te acompaño.
Le hice una de mis sonrisas y me dirigí a la salida. Pero, las tres chicas que me habían invitado se interpusieron en mi camino.
-          ¿Ya te vas?- dijo una en tono sarcástico.
-          Tengo que madrugar.
-          Qué pena, ahora es cuando iba a empezar la fiesta.-No quería saber de que iria la continuación, cogí a Carlos y salí de la fiesta dejando a las tres Clones sorprendidas.
Ya en la calle, respire aliviada, no sé por qué. Fuimos a casa sin decir ni una palabra, el silencio se me hacia incomodo y cuando iba a intervenir me dijo:
-          Mejor te dejo aquí, no falta mucho para llegar a tu casa. La mía esta cerca asi que no te preocupes.- Antes de que pudiera despedirme él ya estaba de camino a su casa, a unos 5 metros de mi.
Entré en casa, la luz del despacho de mi madre estaba encendida. No entré, fui directa a ver a mi hermanita. Esta estaba abrazada a su osito de peluche, completamente dormida. Me acerqué a ella, le di un beso en la mejilla y la arropé. Después de esto, entré en mi cuarto, me puse el pijama y me tumbe en la cama. Me quedé pensativa. Lo que había pasado, lo que estaba pasando y lo que pasará, todo esto era lo que me venía a la cabeza hasta que me dormí.
Sonó el despertador. Eran las ocho de la mañana de un sábado. Me costó levantarme, pero lo conseguí. Entre en el lavabo a ducharme. Me hice un moño y salí a cambiarme. Me puse esto: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=44120790&.locale=es
Y fui a la cocina, no tenía hambre, así que simplemente cogí una pieza de fruta. Abril todavía no había llegado, le deje una nota en el fregadero. De mi hermana me despedí ayer por la noche y mi madre… a ella le daba igual. O eso pensaba porque en ese momento apareció y me dijo:
-          ¿Te vas sin despedirte de t madre?
-          Si. – no me ando con rodeos.
-          Eso no está bien.
-          Tampoco está bien lo que tú haces.
-          Cariño, ya sabes que tengo mucho trabajo, y lo necesitamos.
-          ¡Eso es mentira!- ya estaba furiosa.- ¡utilizas el trabajo para no acordarte de papa! Y ¡eso nos perjudica a nosotras!
-          Mi niña eso no…
-          Eso si.- la interrumpí.- mira, Anabel- no quería llamarla mamá- solo quería irme sin problemas así que te pido que me dejes irme.
Mi madre se puso a llorar, pero no le di importancia y me fui de casa.
Por suerte mi casa no estaba lejos de la estación, llegué en diez minutos. Cogí el billete y me dirigí a mi destino. Barcelona.

lunes, 20 de febrero de 2012

Capítulo 2

Vam arribar a la nostra casa. Era molt gran, tenia dues plantes, un jardí amb piscina. La meva habitació era d’aquelles amb les que totes les nenes somien, menys jo. Lavabo amb banyera, armari enorme, llit casi de matrimoni i terrassa. Al costat de la meva, estava la cambra de la Marta. Era molt cuca, les parets de rosa pàl·lid amb un dibuix d’un ocell que surt de la seva gàbia. El llit era de les princeses Disney. Ella no tenia terrassa, però la seva finestra era molt gran.
Vaig pujar a canviar-me. Em vaig treure la toga, la vaig deixar el millor possible a sobre del meu llit i vaig baixar a dinar. La meva germana estava veient els pingüins de Madagascar, em vaig asseure al seu costat a veure’ls. La meva mare estava tancada al seu despatx, com sempre. Si no té feina  a l’oficina la té a casa. I desprès vol exercir el paper de mare. L’Abril prepara el menjar, estava fent el seu plat especial Raviolis de carn als quatre formatges. Sabia que m’encantaven els raviolis. Mentre els estava fent la meva germana em va dir:
-          Saps que? La meva professora m’ha dit que vol que li expliqui tot el que faig a l’estiu.
-          Que bé, no?
-          Si... però jo no se que faré si no estàs amb mi.-estava trista ho notava, no volia que marxes. Em vaig quedar una estona en silenci fins que finalment vaig dir:
-          Hi ha se el que podràs dir, que la teva germana gran ve a veure’t cada cap de setmana i fèieu coses Increibles.
Se li va dibuixar un somriure a la cara. L’Abril ens va avisar de que el dinar estava preparat. Ens vam asseure a la taula. La nostra mare no va venir.
Al acabar el dinar, l’Abril i la Marta estaven discutint si la petita podria o no menjar un gelat de postra.  Jo em vaig dirigir a la meva habitació a preparar la maleta. Estava tot preparat per marxar. Un pis, encara que era compartit, la universitat d’art i un treball. No em vaig donar compte però ja eren les set de la tarda. Tenia una hora per arreglar-me abans d’anar a la festa. No tenia cap vestit per a l’ocasió i li vaig demanar a l’Abril. Ella em va deixar aquest: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=43994473&.locale=es
No m’agradava, però no tenia res més. Tampoc volia anar a una festa en la que tothom acabarà begut, enrullant-se amb algú... Però, en Carles em va convidar a anar-hi i li havia dit que si, així que haurà d’anar-hi. Va arribar l’hora, en Carles va ser puntual. Com sempre la meva mare estava al seu escriptori amb la feina. La Marta em va venir a donar una abrasada de les seves i l’Abril em feia fotos. Un altre dia les hagués rebutjat, però avui era diferent. Seria l’últim dia que em veiessin.
Vam sortir de casa. On es celebrava la festa no estava gaire lluny i vam anar caminant. Manteníem una conversació interessant. Vaig descobrir que ell també volia canviar, viure la vida a la seva manera, no com li deia el seu pare. Ell era de la alta elit i el seu pare volia el millor per a ell, encara que si oposes. Jo li vaig explicar que m’aniria a Barcelona, em va felicitar. Aquí va acabar la conversació, amés, havíem arribat al nostre destí.
Només veia llums de color i gent ballant amb la música a tot volum. Els dos ens vam mirar, vam riure i tot seguit vaig dir:
-          Prepara’t?
Va assentir amb un lleuger gest amb el cap.

sábado, 18 de febrero de 2012

Capítulo 1

Era l’últim dia d’institut. Només em quedava el dematí i ja seria lliure. A primera hora tocava entrega de notes, discurset del nostre futur, mini festa amb menjar i finalment la graduació. Ja havia acabat l’últim curs de batxillerat, y tocava fer la celebració amb la toga i el birret.
Com sempre, la majoria de les meves notes eren excel·lent menys Educació Física. Estava bé. La nostra professora no era d’aquelles en que s’enrotllaven explicant el mateix i donant voltes a la mateixa cosa. Era espontània en cadascun dels seus discursets i m’agradava escoltar-la. Sempre aprenia coses noves. Després del seu discurset va tocar l’hora del menjar. Els nois estaven com si no haguessin menjat en sa vida i les noies estaven parlant entre si sense provar res. Jo em vaig agafar una mica de Coca-Cola i me’n vaig anar a seure al meu lloc. Vaig observar que unes noies parlaven i em miràvem. No li vaig donar gaire importància. Fins que es van apropar cap a mi.
-          Júlia no?.- No sa sàvia el meu nom quan havíem passat dos anys juntes.
-          Si, sóc jo.
-          Era per dir-te si aquesta nit vindràs.-Em vaig quedar pensant fins que vaig dir.
-          Potser si, a on es?
-          A la meva casa, a les deu d’acord?- la que va contestar era la noia més popular de l’institut. M’ho hauria d’haver imaginat. Que ximple que sóc.
Vaig afirmar amb un gest del meu cap i van marxar. Jo vaig seguir observant el meu entorn mentre bevia la meva Coca-Cola. Va acabar l’hora de l’esmorzar i tocava anar al pati. Després d’aquesta mitja hora, tocava arreglar-se per la graduació. Vaig enviar-li un missatge a la meva mare perquè penses que havia de venir. No em va contestar. Me’n vaig anar amb totes les noies a canviar-nos. Les togues eren de color lila fort, ami m’agradaven, però a mes d’una companya de classe no li feien gaire gracia. Segurament que es pensarien que serien vermelles com les de High School Musical, que innocents. Em vaig canviar ràpidament per no haver d’escoltar-les queixar-se del pentinat, el maquillatge... Vaig sortit a la zona comuna on es celebraria l’acte. Vaig anar a seure al meu lloc quan ma venir en Carles, el nuvi de la Marta.
-          Hola.- em va sorprendre que em parles desprès de tant de temps sense dirigir-me la paraula.
-          Hola.
-          Ja estem aquí, es la nostra graduació.
-          Si es veritat.- no tenia ni idea de on volia arribar.
-          Veuràs, jo ho vaig passar molt malament després de l’accident, saps?
-          ¿I per això no vas ser capaç d’anar a veure el seu enterrament, de donar el teu condol a la seva família?- em començava a posar vermella de l’ira que m’estava entrant en aquell moment- a sobre tens la barra de després de sis mesos et dignes a parlar amb mi, no vas ser l’únic que vas sofrir. I ara no tens el dret de venir aquí a disculpar-te.
-          Ja ho sé, però ho tenia que fer. Me passat tots els dies somiant que ella encara estava aquí, amb nosaltres- mentre deia això ami se’m queien les llàgrimes, però l’escoltava- he estat pensant en que tan de bo m’hagués passat ami això, però no va ser així, i tots els dies em penedeixo, però ja no hi puc fer res.- definitivament em vaig posar a plorar, ell em va agafar y em va abraçar, sentia com ell també plorava.
Ens vam apartar, ell em va eixugar les llàgrimes amb les seves mans. Li vaig dir que havia fet bé de dir-m’ho i em vaig disculpar per el meu arravatament de fúria. Ell va fer un gest de que no passava res. Ens vam quedar allà asseguts fins que van començar a arribar els familiars. Mentre que els alumnes saludaven a les seves famílies, jo vaig buscar la meva. Vaig veure a la l’Abril, la nostra mainadera, que també feia de la nostra mare. Portava a la Marta agafada de la mà. Quan em va veure va venir corrent a abraçar-me, només tenia cinc anys però tenia la mentalitat d’una de molts més. La vaig agafar en braços i em va dir:
-          La meva tata es molt gran.-vaig riure i li vaig contestar:
-          Tu també ho ets.- i li vaig donar un petó a la galta.
Per megafonia van anunciar el començament de la graduació, vaig deixar a la meva germana al terra i va marxar, juntament amb l’Abril, cap a segona fila. Mentre anava a asseure, anava buscant a la meva mare. Però no va aparèixer. M’ho havia d’haver imaginat. Van començar a dir els noms, vaig pujar jo, em van donar l’enhorabona i vaig tornar a baixar. Sort que no em fan fer dedicar unes paraules, d’això se’n encarregaven les “populars”. Abans de seure una altra vegada, al fons de totes les cadires ocupades per les famílies, havia una mare de peu.  La meva. Em va fer un gest, però jo vaig fer com si no  la veies.
La festa es va acabar, vam tirar els birrets. ¡I ja érem lliures! Van venir totes a felicitar-me. La meva mare es va apropar a mi, em va acariciar la galta i em va dir:
-          Ja t’has fet gran.
-          I tu no has estat al meu costat.
Vaig fer un gest per treure la seva mà de sobre la meva cara i em vaig dirigir a agafar a la meva germaneta. Estava molt feliç, com si hagués sigut ella la que es graduava. Al contrari que jo, ella era una nena molt maca. Tenia els ulls blaus com el mar i el cabell ros. Però no era ximple, com aquella frase que diuen: Las rubias són tontas. Segurament seria perquè s’ha tingut que valer per si sola. L’Abril estava molt emocionada, casi va plorar. Ella va ser la que va estar al meu costat i al de la meva germana quan va passar lo del meu pare, ella era qui anava a les audicions de ballet de la meva germana, ella ens venia a buscar. Tot ho feia ella. Vam fer una abraçada conjunta i vaig veure com la meva mare ens observava amb expressió d’anel·lació.
Abans de marxar, en Carles es va apropar i em va dir:
-          Aniràs a la festa avui?
-          Si, es el més probable.
-          Et passo a buscar a les vuit?
-          D’acord.- I li vaig somriure.
Els dos ens vam quedar parats davant la meva reacció. Sense dir res més, vam marxar cadascú cap a casa seva.