viernes, 24 de febrero de 2012

Capítulo 7

Llegamos a la fiesta, finalmente pagamos a medias, después de haber discutido por ello.
Era a las afueras de la ciudad, en un adosado precioso, no muy grande, pero el jardín si lo era. Había gente, pero no la que me había imaginado. Clary me presento a su “conocida”. Se llamaba Amaia. Era rubia, ojos verdes, guapísima. Era de esas personas que no tenía problema alguno, o eso parecía. Era muy simpática, me cayó bien. Me ofreció una copa. La acepté. Mientras Clary hablaba con más “conocidos” yo observé a la gente de la fiesta. Había un poco de todo. Chicos guapos que iban detrás de tías guapísimas, chicas que hablaban con ellos simplemente por diversión y luego estaban las parejitas. También vi a un chico que me miraba, rápidamente aparté la mirada, cosa que creo que él no hizo.
Empezó a sonar una canción que me encantaba y empecé a tararearla. Clary de dirigió hacia mí y me arrastró al medio del jardín. Todo el mundo me miraba, incluso el chico de antes. Normal, lo hacía antes, no lo iba a hacer ahora.
-          ¡Canta!-grito ella.
Flojito le dije que no. Pero entonces empezaron todos “Canta, canta, canta”. Decidí cerrar los ojos y dejarme llevar por la música. Cuando acabé, abrí los ojos, todo el mundo me estaba aplaudiendo. Cuando la gente se fue dispersando a hacer lo que estaban haciendo, el chico que me miraba todo el rato se acercó a mí.
-          Desde que te vi, sabía que tenías algo.
-          ¿A si?-ironía- pues yo no puedo decir lo mismo.
-          Iván-me ofreció la mano- encantado.
-          Se la cogí- Julia, lo mismo digo.
-          Sabes, estoy estudiando para ser representante de grupos y este verano tengo que conseguir formar uno, tengo la batería, que me costó lo mío, la guitarra y el bajo. ¿Te gustaría ser la voz?- que si me gustaría? ¡Era la oportunidad de mi vida!
-          ¡Claro! Pero... ¿tú qué edad tienes?
-          Veintiuno.- me sorprendí.
-          ¿Y los componentes?
-          La misma que tu. ¿Dieciocho no?
-          Mañana los cumplo.
-          Pues felicidades si no te veo. Pues, me das tu teléfono y te llamo para quedar con el grupo.
-          De acuerdo.
Clary lo estaba viendo todo. Cuando acabé de darle mi número me acerqué a ella. Me abrazó. Yo estaba súper contenta. Nunca me imaginé que sería tan rápido eso de encontrar un grupo. Aunque no los conocía, me daba igual. Ese tal Iván me había causado buena impresión, así que seguro que mi grupo sería bueno, no buenísimo. Le pedí a Clary que nos fuéramos. Ella aceptó. Nos despedimos de Amaia, diciéndonos que ya volveríamos a quedar y nos fuimos para casa. 

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