viernes, 3 de febrero de 2012

Capítulo 20

-          Emily, a cenar.- escuché como me llamaban desde la planta de abajo.
Me costó levantarme, pero lo conseguí, estaba muerta de sueño, pero baje a cenar. Alex todavía no había llegado.
-          ¿Has recibido alguna noticia?-con esta pregunta me dirigí a Dimitri.
-          Si, ha llamado diciéndome que se quedaba a cenar.- miré mi teléfono, nada había cambiado en el.
Mientras cenábamos pensaba el porqué no me podía llamar o enviar un simple mensaje. ¿Era mucho pedir? Acabada la cena, Alex llego a casa. No le presté la menor atención. Me había enfadado. Finalizada la tarea de recoger la mesa, me fui a mi habitación. Mientras leía mi libro favorito, llamaron a la puerta. A través de ella escuche un: ¿Amor? No contesté. Por desgracia la puerta no tenía pestillo así que se podía abrir perfectamente. Alex asomó la cabeza y dijo:
-          ¿Se puede?-otra vez no contesté.- ¿Qué te pasa?
Cerré mi libro de golpe.
-          Nada.-retóricamente-simplemente que esperaba que mi novio me llamara para decirme que se iba con la banda, que me invitara a ir, que me enviara un mensaje… pero aparte de eso, no me pasa nada.- estaba muy enfadada.
Hubo unos minutos de silencio, no podía mirarle a la cara. Él rompió ese silencio:
-          Lo sé, pero, no me dejaban utilizar el móvil.
-          Ya claro, ¿es más importante la banda que yo?
-          Emi, es la primera que tengo y voy a luchar por ella!- estábamos los dos alterados.
-          Vale, muy bien. Pues si quieres cásate con tu banda! Por mi puedes hacer lo que quieras!- casi me caen unas lagrimas pero me la aguante.
El silencio volvió a mi habitación. Los dos nos habíamos comportado como críos. Pero ninguno era capaz de pedir perdón. Sonó el teléfono de Alex. Lo cogió:
-          ¿Sí?
-          Hola Alex, ¿mañana podrías venir a ensayar por la mañana?
-          Sí, claro.
Y colgaron. Me quedé mirándole y él finalmente me miró. Me saltaron las lágrimas.
-          Vete.
Alex obedeció sin decir ni una palabra. Tenía mucha rabia contenida, me abrace a mi cojín y casi lo desplumo. Siempre había pensado que tener un novio en una banda de música seria muy divertido. Pero no era así. Nuestra primera pelea, de muchas que habría, pensé en ese momento.
Finalmente me quedé dormida escuchando la guitarra de Alex. Cuando me levanté y fui a ver el paisaje desde mi ventana, observé que había una nota y la abrí. “En la planta baja siempre están las sorpresas” me dirigí a la planta baja sin cambiarme ni nada. En las escaleras había otra nota. “Un vaso de leche siempre viene bien para dormir” pensé que se refería a la nevera y me fui a ella, allí había otra nota “aunque nieve, llueva o haga sol siempre es un lugar precioso”. Esta me costó un poco más. Adivine que sería el jardín. Salí afuera. No había nada. Me acerque un poco más a la piscina. Me había desilusionado. Me senté en el borde de ella y empecé a jugar con el agua, hasta que escuché una melodía de guitarra. Era Alex. Cuando iba a levantarme noté unas manos que me empujaban a la piscina. Debajo del agua unos labio se posaron en los míos. Conseguí abrir los ojos y vi a Alex. Me puse muy contenta. Salimos a la superficie. Me empecé a reír de la alegría que me había dado. Nos sentamos en el borde, me acercó una toalla y empezó a hablar:
-          Siento lo de ayer se que…
-          No te preocupes-le interrumpí- yo me comporté muy mal contigo, la verdad es que me gusta mucho que tengas una banda.- se me hizo la luz- ¿No tenias ensayo?
-          Les dije que tenía algo más importante que hacer.
Y me besó.

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