domingo, 18 de marzo de 2012

19

Miré mi móvil. Ocho llamas perdidas. Todas de él. Había quedado con Mario en el bar cerca de la estación. Pero claro, estando con Oscar, el tiempo se me pasó volando. Pero esa no es escusa. Así que le llamé.
-          ¿Sí?
-          Mario, perdona. Es que he estado muy ocupada.
-          Ya, claro, marreándote con Oscar ¿no?- me quedé parada, ¿cómo lo sabía?- mira no te preocupes, no pasa nada, ni siquiera se para que había quedado contigo.- y colgó.
Yo todavía estaba con el teléfono en la mano y la boca entre abierta. Seguramente nos habría visto volviendo a casa. Mierda. Definitivamente soy un desastre. Por una vez que Mario era simpático iba yo i meto la pata. No pude hacer nada más así que fui a mi habitación a esperar a Clary.
Tardó bastante, me puse a tocar la guitarra. Estaba inspirada para escribir una canción. Cuando iba por el estribillo, llegó Clary corriendo hacia mí  a abrazarme.
-          ¡Ha pasado!
-          ¿El qué?
-          Dejó de abrazarme para contestar- estamos saliendo.
-          ¿Sí?- cara de sorpresa- ¡Me alegro mucho!- esta vez le abracé yo.
-          ¿Y a ti como te ha ido?
-          Pues me ha pasado una cosa mala y otra buena.
-          ¿Cómo? ¿Qué ha pasado?
-          Estoy saliendo con Oscar- Clary se alegró- pero, he dejado plantado a Mario- esta vez le había cambiado la cara a sorpresa.
-          ¿Habías quedado con Mario?
-          Si, y me sabe más mal- me tumbé en la cama.
-          Bah, no te preocupes, con lo borde que es, no te hubieras perdido nada- dijo tumbándose a mi lado.
-          No es eso, es que me siento mal.
-          Que no pasa nada. Te lo digo yo.
Me fie de ella y dejé estar el tema.

1 comentario:

  1. Pooobre Mario! Vel que puede que fuera un poco callado y borde, pero yo me he quedado con las ganas de saber que le queria decir. A lo mejor es asíd e borde por alguna razón!!

    ResponderEliminar