lunes, 19 de diciembre de 2011

Capítulo 8

-          Pues nada… Me voy.- Me dijo con su tono de voz neutral.
-          Vale… Nos vemos mañana.
-          Si
Nos fuimos cada uno a su casa, pero los dos fuimos todo el camino riéndonos. Había sido un día muy divertido. Me gustó.
Cuando llegué a casa, muy feliz, todo hay que decirlo, fui corriendo a mi habitación a coger mi cojín y a tumbarme sombre la cama. Antes de todo eso, puse los altavoces con la música alta, y me fui a mi mundo. Pero esta vez, mi mundo no era nada más que una fantasía de amor con Jake. Me levante sobresaltada. ¿Era amor lo que sentía? Podría ser… Nunca me había sentido atraída hacia un chico de esta manera. Y me gusta.
Seguía imaginando cuando llamaron a la puerta.  Era Alison. Todavía llevaba el uniforme. Se me hacía raro verla así. No parecía contenta.
-          ¿Dónde has estado a la hora del patio?
-          Estaba… en el tejado.
-          Ah.
De repente Alison rompió a llorar y me abrazó. Su abrazo era de necesidad no de consuelo o alegría. Me imaginé lo que había pasado, pero, preferí no decirle nada. La lleve al sofá y se tumbó. Las lágrimas no paraban y yo no sabía qué hacer. De golpe, se sentó y me dijo que Derek había roto con ella. Y dejó de llorar.
-          No le necesitas.- Era yo. No me creí que lo hubiera dicho, pero lo hice.- Tu te mereces mucho más que ese chico que lo único que hacía por ti es llevarte de fiesta. ¡Te mereces mucho más!
-          Tienes razón… pero yo le quería.
-          Lo sé… y quiero que sepas que me tienes para lo que sea.
No me atreví a contarle lo que pasó en la hora del patio, tenía que estar a su lado. Se quedó a dormir en mi casa. No tenia ánimos de nada, casi no comió. Se pasó la tarde llorando y sola en mi habitación. Cuando se durmió, estaba en el sofá y no quise moverla, así que me volví a mi habitación a dormir yo también. Había sido un día muy movido.

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