martes, 20 de diciembre de 2011

Capítulo 9

Al día siguiente, en la hora del patio, me quedé con Alison. Me necesitaba pero, no podía dejar de pensar en Jake. Estaba allí arriba, solo. Cuando pensaba en eso, me volvía a mirar a Alison y a pensar que podía hacer para ayudarla a afrontarlo. Lo malo era que no veía cada día. Por suerte no estaba en nuestra clase, era dos años mayor que nosotras, pero aún así, en la hora del patio siempre nos lo encontramos. Alison era muy fuerte, cualquier cosa que se le interpusiera en su camino, la afrontaba, pero eso no. El amor para ella era su debilidad.
Pasaban los días, Alison no mejoraba y yo me tenía que quedar con ella, pero me sabia mal no poderle decir a Jake porque no subía. En clase, él siempre me miraba con cara de “¿Por qué no subes?” y a mí me hubiera gustado ponerle cara de “Es que mi mejor amiga está mal y la tengo que ayudar” pero por desgracia para mí esa cara no existía.  Así que decidí esperarle a la hora de la salida, en la puerta. Esperé y esperé. Hasta qué, cuando todo el mundo había salido, apareció él.
-          Lo siento. Siento que hasta ahora no te lo allá podido decir.
-          No hace falta, entiendo que primero estén tus amigas. Son más importantes para ti.
-          Pero igualmente no es escusa para que no te lo pueda explicar.
-          No pasa nada.
Su cara no expresaba tranquilidad, sino molestia. Sin decir nada más se fue. Me quedé observándolo, me sentía muy mal. De entre mis labios salió un Lo Siento muy flojito. Agaché la cabeza y me dirigí hasta casa. Me sentía fatal, era como si me hubieran dado una paliza. Esa noche no pude dormir.

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