Lo último que me quedaba hacer era hablar con Mario. Eso si que podía ser difícil, con el temperamento que tiene… pensé. Antes de eso, fui a casa a dejar las cosas, había ido todo el día con la maleta encima. No había nadie en casa. Seguramente que Clary estaría ahora en el trabajo tonteando con Javi. Entré en mi habitación. Estaba mejor de lo que la deje. Seguramente ella habría entrado a arreglarla, como normalmente hacía. Deshice mi maleta, lo dejé todo en orden y me cambié de ropa. Finalmente llamé a Mario.
- ¿Julia?
- Si.
- ¿Por qué te has ido?
- Sht. Tengo que hablar contigo. ¿Puedes quedar?
- Depende de lo urgente que sea- dijo tonteando.
- En media hora delante del local.
- Allí estaré.

- Esta vez no te dejaré ir.
- Esta vez no me equivocaré- le dije.
- ¿Esta segura?
- ¡Por supuesto!- le dije seguido de otro de mis besos apasionados. Esta vez, él me levanto en el aire, como en las películas esas que a mí no me gustaban, pero ahora, sin darme cuenta, eran mi vida.
Awwww... >u<
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